Muere la reina

Ruca una mujer de unos cincuenta y cinco años. Piel blanca, pelo negro y corto. Ojos grandes y almendrados. Mira al vacío y cuenta la historia del peor día de su vida. Casi inmóvil, gesticulan sus labios y pronuncia el nombre de su hija con tanta sutileza, que da la impresión de estarla arrullando. La cólera se ve en su rostro y dice. –Meri era mi vida, vivía para ella; y ahora muero por su ausencia, ese maldito me la quito, él fue el que la mató.

Para Ruca ni siquiera el día de su matrimonio fue tan feliz como cuando se enteró que iba a ser madre, según ella ese fue el mejor momento de su existencia, pues estaba a puertas de comprobar, que ser mamá era el mejor regalo de Dios. Ruca lo confirmó en el instante que sintió palpitar por primera vez a su hija y desde entonces supo que Meri, su reina, sería su confidente y su más grande amor.

Su reina, como Ruca la llamaba, fue criada como tal. Siempre tuvo lo mejor, la ropa, los zapatos, el maquillaje, los perfumes y todo lo que quisiera y necesitara para estar como ella quería; y aunque sus padres no tuvieran que comer, a ella nunca le faltaban sus cositas. –A mí no me importaba endeudarme en los almacenes del pueblo con tal de que Meri estrenara todos los fines de semana, a veces pienso que ese fue mi error, darle todo lo que ella quería, y no ponerle freno, pero es que su felicidad era esa y si ella estaba feliz, a mí no me importaba nada más. Dice Ruca con la mirada perdida, la voz temblorosa y los ojos empañados.

Meri, era hermosa por naturaleza. Una figura esbelta, alta, de tez blanquísima, ojos cafés claros y grandes. Sonrisa perfecta. Siempre estaba como si acabara de salir de una revista de moda. Y no era solo su físico, sino también su simpatía y carisma el que conquistaban a quienes la conocían. Un pueblo del sur del Huila la vio crecer, y allí era popular por su belleza. Muchos la pretendían. Pero… ella lo que en realidad merecía, era alguien que la pudiera satisfacer en todo.

Mi reina tuvo muchos novios, antes de que yo le presentara a Juan _un ingeniero civil_ Él me simpatizaba mucho porque tenía un trabajo estable y podría llegar a ser muy complaciente con mi nena; además se veía de buenas intenciones. Juan es un hombre alto, de piel trigueña, facciones definidas y muy varoniles. Definitivamente un galán de telenovela. Todas las chicas se sentían atraídas por él. Meri también. Cuando su madre los presentó, hubo una fuerte atracción, que convirtieron en una relación casi de inmediato.

Se precipitaron demasiado, al principio pensé que era porque Meri se había embarazado, pero no era así. Sin estar de acuerdo, no hice nada para interponerme, parecían una pareja estable. _Dice Ruca entre sollozos y pausas largas. Ella solo quiere imaginar otra versión de la historia_. si yo hubiera...

Meri murió un domingo. Doña Ruca y su marido estaban sentados a fuera de su casa como era de costumbre, hablaban de las recientes fiestas sampedrinas donde su Reina se había coronado como soberana del Sanjuanero Huilense, en representación de su barrio. Entre risas y anécdotas pasaba la noche. El teléfono timbró.

Esa tarde fue la última vez que Doña Ruca vio la hermosa sonrisa de su reina. Ella paso a saludarla y a contarle como estaba. _Yo la vi hermosa y alegre como siempre, a Juan lo vi muy sereno y en realidad los vi muy normales a los dos. Yo ignoraba sus peleas matutinas. Pero aun así, sigo sin entender por qué la mató_ A Ruca se le hace un nudo en la garganta, sus ojos me dicen no poder continuar.

Pausamos y aprovechamos para ver el dormitorio de Meri. A Doña Ruca no le gusta que la gente entre ahí, por ser el lugar sagrado de la casa. _Cada vez que siento no poder más, entro y me acuesto es su cama, rezo con mucha fe y le pido a Dios y a la Virgen de las Mercedes me den fortaleza para continuar, ellos han sido mi única compañía desde que ella se fue. El cuarto está tal cual lo dejo su hija la última vez que durmió allí, sus afiches, peluches, muñecas de la niñez aún permanecen en la casa que la vio crecer.

_Martha mi compañera de trabajo, llamó. Pensé que era para ofrecerme algún producto y no para darme la peor noticia de mi vida, me dijo que Meri, mi hija, había sufrido un accidente. Esos fueron quizá los minutos más angustiosos y el trayecto más eterno y largo que haya recorrido jamás en búsqueda de una noticia positiva_ El presentimiento de que todo iba mal, ya era un hecho.

Cuando Doña Ruca se subió al carro pidió ser llevada al hospital, pero al parecer y en aras del murmullo del pueblo, ya sabían que la Reina ya había muerto. A Doña Ruca no la dirigieron a la clínica, sino, al lugar de los hechos. _al ver que no íbamos para el hospital mi corazón y el tiempo se detuvieron_ Ella ya sabía que no estaba en este mundo, su amor de madre se lo decía.

Su cuerpo estaba tendido boca abajo y la multitud estaba aglomerada a su alrededor. Como no es de extrañar en este país ni la policía, ni una ambulancia, ni lo bomberos llegaron rápido, aunque de nada hubiera servido, pues el comunicado de medicina legal dictó la muerte instantánea.

Resulta que luego de haber ido a visitar en la tarde a su madre, Meri y Juan; se fueron a tomar unos tragos con unos amigos. A eso de las ocho de la noche decidieron irse para su apartamento a sabiendas de que el alcohol habitaba sus cuerpos. Allí comenzaron una fuerte confrontación en la que Juan amenazó con matarla, porque si ella no era de él no iba a ser de nadie. Ni en los sueños más locos alguien imaginaría que esa relación terminaría en tragedia.

Se separaron. Pero Juan le advirtió que no toleraría verla con otro hombre y no respondería por las consecuencias. La reina pidió ir a la casa de su madre, donde Doña Ruca. Consideró que mientras se calmaban los dos, era lo mejor. La motocicleta llevaba mucha velocidad y aun así los gritos no se lograban disimular, solo el estampido contra un árbol de guayabas calmó la situación. Meri la Reina, se desnucó. A él solo le quedaron algunas laceraciones y moretones en su piel. Definitivamente, la muerte no iba tras él.

A Juan no se le imputaron cargos, ¿la muerte de Meri fue un accidente?

By. Mar

Historia basada en un hecho real.