Así quiero a mi "Juan"

¡Que se parezca a Josh Duhamel! Que sea alto, muy alto, que tenga los ojos grandes; un tipo gomelito, pero no al extremo. Que tenga... que tenga... que tenga... que tenga. ¡Mentira! Eso lo hubiera dicho hace unos años, pero el tiempo me ha enseñado que no es el físico, ni el dinero lo que te hacen feliz al lado de alguien. Sino, ser la mejor versión de una al lado de ese alguien. Eso sí es la felicidad.

Algún día leí algo que decía: “no quiero a un hombre exitoso. Quiero a un hombre valioso” y pensé que es cierto, porque ¿qué sentido tendría pasar toda una vida al lado de un hombre que tenga como prioridad su trabajo o negocios y no a su familia y amigos? Si al final del día lo que nos queda es eso, la gratitud de los demás y el haber tenido la satisfacción de hacer feliz a alguien y no precisamente por algo material.

Definitivamente no tendría sentido, o bueno... yo no se lo veo. Y creo que todas las mujeres soñamos con nuestro hombre perfecto. Aquel que nos quiera tal cual somos, pero sobretodo nos trate como nadie más lo haría y aunque suene cursi y parezca imposible en pleno siglo de revoluciones sentimentales, donde todos se quieren con todos y así del mismo modo en sentido contrario. Hay que rescatar esos verdaderos amores y hombres que siguen creyendo en el ‘amor para toda la vida’. Y digo que es lindo rescatarlos, porque amor, mucho amor es lo que necesita el mundo.

He sido de pocos romances, pero conozco tantas historias de amores y desamores que he llegado a pensar que el error de muchas relaciones radica en esa idealización de la persona. De ponerla en un altar y de solo rescatar lo bueno o lo que es peor, esperar solo cosas buenas de ella. Y luego darse cuenta que no es así. Y es que no debe ser así. No hay hombres, ni mujeres perfectas, pero sí personas que nos pueden ayudar a ser mejores seres humanos.

Por eso para mi vida no quiero a un hombre perfecto, solo quiero a un hombre que me comprenda y me brinde la posibilidad de ser YO, con miedos, con defectos y con estupideces pero que sobretodo me escuche y me permita ser igual que y con él.

By: Mar.

Pensamientos