¿Sexo telefónico?

Si para muchas personas sostener una conversación telefónica de temas corrientes resulta tedioso, no me quiero ni imaginar cómo sería si tuviesen una plática acerca de sexo; creo que llegarían al punto de fingir un orgasmo, pero con la diferencia de que no tendrían que blanquearle los ojos al teléfono. En mi caso no resulta para nada incomodo, es más se los recomiendo, deberían intentarlo, y no con una persona conocida, sino con un desconocido, que con solo escuchar su voz, logre sacar de nuestro subconsciente esa fantasía sexual que tenemos escondida en una esquina de nuestro cerebro.

Para mantener una conversación además de seductora, inteligente y pervertida, -aunque hiera el ego de muchos- a todos nos gusta la intriga, tener a la persona interesada en la siguiente respuesta aumenta la liberación de hormonas de felicidad (endorfinas) lo que quiere decir que está bien decir, “no sé” a una respuesta que debería ser “si quiero, ¡dime más!”

Lo que intento decirles es que está bien tener sexo telefónico, ¡es único!, después de que superamos cada fase en la conversación todo se va acalorando más, además cada persona conoce perfectamente su cuerpo y sabe cómo tocarse para lograr el placer perfecto y qué mejor que escuchar a un desconocido gemir locamente al teléfono, puede resultar increíblemente cómico o puede que sea lo más delicioso en medio de nuestros días acostumbradamente usuales.

Gracias a la tecnología cualquier tipo de red social puede servir para llevar a cabo este plan enigmáticamente excitante. No debemos mentir, como mujeres estamos hechas para disfrutar de las cosas que nos brinda la naturaleza y si esto es lo que nos brinda el siglo XXI, pues con mucho gusto yo contesto con regocijo.